Método Tomatis en el aprendizaje de idiomas

El 25 de marzo de 1957, la Academia Francesa de Ciencias escuchó un discurso intrigante. Se enteraron de los descubrimientos de un joven otorrinolaringólogo llamado Alfred A. Tomatis. Había descubierto leyes que correlacionan la audición y el habla. Sus hallazgos tendrían un impacto duradero en muchas áreas, entre ellas el aprendizaje de idiomas. Descubrió por qué es tan difícil para algunas personas aprender y hablar un idioma extranjero. Y lo que es más importante, desarrolló un método y el equipo para superar esta dificultad.

La idea central del método Tomatis es entrenar los oídos antes de empezar a aprender un idioma. Como resultado, usted podrá aprender un idioma mucho más rápido. O, si ya hablas el idioma extranjero, mejorará significativamente tu acento.

 

El descubrimiento de Tomatis

El experimento original del profesor Tomatis no tenía nada que ver con el aprendizaje de idiomas. Tampoco fue uno de esos experimentos que se realizan en laboratorio. De hecho, fue un experimento bastante divertido. El profesor Tomatis pidió a un conocido cantante de ópera que cantara una canción. Mientras cantaba, el profesor Tomatis tapó los oídos al cantante con un dispositivo especial. Ese dispositivo, un filtro acústico, bloqueaba el sonido de una frecuencia específica. Poco después, la voz del cantante se deterioró. Lo que pasó es que la voz empezó a perder el sonido bloqueado por el filtro. Este experimento, y muchos otros, formaron la base de la Primera Ley de Tomatis:

Un sujeto no reproduce vocalmente más que aquello que es capaz de oír

Y ahora dirás ¿Qué tiene que ver esto con el aprendizaje de idiomas? Para responder a esta pregunta primero te vamos a enseñar algunas de las principales diferencias entre idiomas

 

Las diferencias entre idiomas

¿Alguna vez te has preguntado por qué un piano suena tan diferente a un violín, incluso cuando tocas las mismas notas? ¿Has notado alguna vez que el español hablado por un Inglés no suena nada a Español? En ambos casos, la razón es básicamente la misma. Por lo tanto, primero examinaremos la diferencia entre un piano y una guitarra, y luego volveremos a los idiomas.

Cuando tocas una tecla de un piano, generas un tono. Al mismo tiempo, sin embargo, se producen varios otros tonos, también llamados sobretonos. Los armónicos son mucho menos intensos que el tono base, por lo que en la mayoría de los casos se oye el tono base. Cuando se toca el mismo tono base en una guitarra, se forman diferentes armónicos. Por lo tanto, una guitarra suena completamente diferente a un piano.

Una de las razones por las que un piano crea diferentes armónicos que una guitarra es que las cajas de resonancia son diferentes. Un piano tiene una caja de resonancia grande y pesada, mientras que la caja de resonancia de una guitarra es más pequeña y diferente a la caja del piano.

Ahora volvamos a las diferencias entre los idiomas. Al igual que los instrumentos musicales, todos los idiomas utilizan los mismos tonos base. Estos van de 125 a 250 Hercios. Los matices, sin embargo, difieren de un idioma a otro. El inglés utiliza muchos sonidos agudos, que van desde los 2.000 hasta los 12.000 hercios. Si escuchas atentamente, serás capaz de distinguir estos tonos agudos. Por ejemplo las S (como en SeSSionS) y los sonidos «TH» (como en THanks). El francés, por otro lado, raramente utiliza sonidos tan agudos. Por ejemplo, la S al final de una palabra francesa casi nunca se pronuncia.

¿Por qué los idiomas tienen matices diferentes?

Y ahora te preguntarás ¿por qué los idiomas tienen distintos matices? Aquí el ejemplo anterior con las cajas de resonancia es muy útil. Los tonos base son generados por las cuerdas vocales. Estos tonos viajan a través de la cavidad bucal, donde se forman los sobretonos. La cavidad bucal actúa como nuestra «caja de resonancia». De hecho, tenemos dos «cajas de resonancia» porque la cavidad bucal está dividida en dos por la lengua. Como ya sabrás, tienes que posicionar tu lengua de manera diferente cuando hablas un idioma extranjero. Por lo tanto, utilizamos diferentes «cajas de resonancia» cuando hablamos idiomas extranjeros, y así generamos diferentes matices. ¿A que no te imaginabas que la posición de la lengua influyera tanto para aprender un idioma? Es por eso por lo que llamamos a nuestra propia lengua nuestra «lengua materna» ¿Ahora cuadra todo verdad?

La idea principal que hay que mantener de los párrafos anteriores es que la mayoría de los idiomas tienen diferentes matices.

Nuestros oídos, al escucharnos constantemente a nosotros mismos y a los que nos rodean, están más en sintonía con las frecuencias de nuestra lengua materna. Para las frecuencias extranjeras, estamos, por así decirlo, sordos. Y aquí viene la conexión con el descubrimiento del Profesor Tomatis “Como no escuchamos correctamente los tonos extranjeros, no podemos pronunciarlos correctamente” y sobre todo, mucho peor, no podemos memorizarlos correctamente.

Una situación complicada, hasta que el profesor Tomatis encontró una forma de entrenar tus oídos para escuchar diferentes tonos. Simplificándolo mucho, dos de los músculos pequeñitos que tenemos en el oído medio (el martillo y el estribo) no están preparados para captar sonidos que no utilizamos en nuestra lengua materna, tienen que ser entrenados para ello.

En Fisioterapia y Osteopatía de los Ríos somos el único centro con Certificación Tomatis de Fuengirola. Ven a visitarnos y te daremos más información sobre el método Tomatis y como puede ayudarte a mejorar el aprendizaje de ese idioma que se te resiste.